Es tan poderosa como símbolo como por sus encantamientos, y ha sido pasada de generación en generación durante los nueve siglos desde su creación. Los objetos que la componían se dividieron entre los cinco pretendientes al trono, que se apresuraron para recrear el juego completo. Diseñada para la batalla, las Insignias son más fuertes unidas que por separado, y son útiles para aquellos que están acostumbrados a llevar armaduras medias y lanzarse al combate. Excepto por el Peto de Thrane, las piezas son útiles para cualquier tipo de personaje, aunque el Cetro de Karrnath es un arma marcial
is amartial weapon. En su origen fue creada por la Casa Cannith para representar los cinco reinos unidos en uno solo. Cuando el Rey Jarot falleció, las piezas fueron robadas de TronoFirme, para eterna desgracia de la Casa Deneith, y cada uno de los pretendientes la reforjó. Quizás el Manto de Breland llegó a Breland, pero desde ese entonces, al menos cuatro copias se han realizado. Nunca se ha visto el equipo completo, pero nadie duda que los pretendientes tienen un juego completo guardado, para el momento en que puedan reclamar el Trono por completo, e incluso un Señor de la Guerra de Darguun , según los rumores, posee un juego, y la lleva para burlarse tanto de los reinos humanos como del Gran Señor de la Guerra Haruuc.
Las Insignias tenian grandes poderes, como el permitir convertirse en oso, resistencia al daño físico, a los daños masivos y en general, le permitía al poseedor meterse en combate como una maquina viviente de destrucción. Su mayor fuerza, sin embargo, venía de su unión, y daba poderes terribles en combate.
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